La ola de calor que estamos sufriendo en toda España es el tema principal de estos días vayamos donde vayamos. Esto ha hecho que me acordara de un objeto conectado del que llevo tiempo queriendo hablaros.
Lo descubrí hace tiempo investigando sobre IoT (Internet of Things) y me parece tan interesante que he visto ahora el momento perfecto para sacarlo en el blog, porque estoy seguro de que os puede ser útil.
¿Os imagináis poder saber qué temperatura hace a tiempo real en prácticamente cualquier sitio de nuestro planeta? NETATMO lo ha conseguido. Esta empresa ha desarrollado una estación meteorológica para Smartphones mediante la cual, cualquier persona puede acceder desde su casa a datos reales basados en las mediciones que el aparato hace del interior y el exterior de las casas donde está instalado el dispositivo.
Os explico, tú conectas la estación meteorológica de Netatmo en tu vivienda y te da mediciones a tiempo real de la temperatura, la humedad y la calidad del aire del interior de tu hogar, datos sobre el CO2 e incluso actúa como sonómetro. A parte de la comodidad que aporta a nivel interno del hogar, gracias a las mediciones meteorológicas en tiempo real también podemos conocer la temperatura y la humedad del exterior, así como la calidad del aire, la presión atmosférica y cómo no, qué tiempo hará ese día en la ciudad.
COMUNIDAD A TRAVÉS DE LOS DATOS DE NETATMO
Pero eso no es todo: lo mejor de todo esto, desde mi punto de vista, es que aquellos particulares que han comprado este objeto inteligente comparten sus datos en directo, creando así una comunidad cuya información se me ocurre que podría ser utilizada en un futuro como parte de un proyecto basado en Big Data. Como os he adelantado al principio del artículo, Netatmo nos da la posibilidad de consultar de forma online la temperatura, humedad, predicción meteorológica… de prácticamente cualquier parte de la Tierra. Comprobadlo vosotros mismos desde aquí.
Según mi opinión, esta masa de datos con información sobre el tiempo, tiene un potencial muy fuerte de cara a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Si se usan correctamente estos datos, se podrían mejorar los gráficos de contaminación (ambiental y acústica), incluso controlar los nocivos riesgos del tabaco en un espacio, también para personas alérgicas que puedan conocer el nivel de polen que habrá en el ambiente durante un día concreto, etc.
